La realidad de los grupos culturales de Guatemala.

Hablar de la realidad de los grupos culturales de Guatemala resulta muy difícil si no sé conocen algunos detalles específicos, a lo largo de este escrito se intentará hacer una aproximación de lo que es la realidad de estos grupos culturales; aun corriendo el riesgo de que lo que se diga dé lugar a malas interpretaciones debido al espacio que se posee. Iniciaremos entonces indicando nuestro objeto de análisis y su ubicación geográfica.

La República de Guatemala alberga a 24 grupos culturales entre los cuales 22 son derivados de la cultura Maya como los Quiches, Kaqchikeles, Mam, Pocomam, Tzutuiles, Rabinales, Queqchies, entre otros. Los Ixiles grupo descendiente de los Aztecas. Y los Garífunas, grupo cultural afro descendiente.

Estos 24 grupos se distribuyen por todo el territorio nacional, ubicándose especialmente en el occidente del país, espacio geográfico rico en recursos naturales.

Ahora, El Estado de Guatemala desde hace 19 años se instaura como una República Democrática esto conllevó a la implementación de un orden estatal al estilo occidental que hasta el momento se mantiene y no se vislumbra ninguna posibilidad de que cambie. Pero ¿qué tiene que ver entonces el orden institucional del estado de Guatemala con los datos expuestos anteriormente sobre grupos culturales? La respuesta es compleja; políticamente el Estado de Guatemala se funda bajo el principio de velar por los intereses colectivos, fundamentos plasmados en los primeros tres artículos de la Constitución y dentro de otros artículos a lo largo de ese documento.

Se partirá en base a lo anterior, el “colectivo”, el problema con los grupos culturales en Guatemala inicia quizá con ésta palabra. Legalmente el estado de Guatemala entiende como “colectivo” a la población general guatemalteca sin distinción política, económica, social y cultural. Esta definición adopta el carácter positiva en cuanto genere beneficios reales a la población, el problemas es que esos “beneficios” solamente se llegan a plasmar en los discursos oficialistas y en las estampas folklóricas que venden de nuestro país.  Se puede hablar entonces de un carácter negativo que está basado en el carácter axiológico de la definición, ya  que se presenta a los distintos grupos culturales como un todo, niega sus diferencias que van en todos los ejes de la vida colectiva, ejemplo, en lo económico cada grupo tiende a sustentar su economía de un modo distinto. En la política, su sistema de organización política es similar entre ellos sin embargo difieren ya sea en su esencia o estructura, este modelo de organización política completamente distinto al modelo occidental. Lo mismo pasa con los social, cada grupo tiene su forma de organización social con sus propias particularidades. Y si hablamos de cultura, cada grupo ha creado un sistema de cosmovisión y durante cientos de años ha construido, en el caso de los pueblos de descendencia Maya, su cosmovisión se ha construido durante un más de 3,000 años.

En fin, ese error axiológico de la definición de “colectivo” es el que da paso a que se implementen políticas –que si bien nos va estas sean de- gobierno que pretenden obtener un beneficio -que normalmente es mínimo o insignificante comparado con el pago a realizar-, políticas que a menudo entran en contradicciones con la cosmovisión y vivencia de los grupos culturales. Ejemplificando esta parte podemos mencionar problemas constantes como la aprobación de proyectos transnacionales de explotación minera, que a menudo buscan la zona de occidente del país que es en donde se ubican los terrenos montañosos que poseen gran cantidad de minerales explotables, zonas habitadas por algunos grupos culturales, el conflicto inicia en el momento en el que se viola el derecho a la consulta popular, la expropiación forzada del espacio geográfico, continuando con una persecución y criminalización a los grupos que se manifiestan en contra de este tipo de proyectos que vienen a atentar contra su sistema de cosmovisión que a menudo gira en torno a la convivencia armónica con la naturaleza, resaltando también que la mayor parte de estos grupos culturales son grupos netamente agrícolas, en ese contexto el deterioro del espacio geográfico provoca una complicación tremenda para la obtención del alimento y por tanto pone en riesgo la supervivencia de estos grupos.

En el caso de la justicia se puede mencionar el proceso judicial que enfrentan varios grupos de autoridades propias de estos grupos culturales por darle proceso y resolución a los conflictos que se generan dentro de su territorio, bajo su sistema de justicia ancestral. Estos procesos se llevan a cabo bajo la premisa que el único encargado de administrar justicia legal  es el Organismo Judicial, negando nuevamente los rasgos distintivos de cada grupo cultural, igualándolos y atentando contra los derechos de los pueblos indígenas establecidos dentro del convenio 169  de la OIT, firmado y ratificado por Guatemala.

Lo expuesto anteriormente no explica totalmente la realidad de los grupos culturales de Guatemala, es más, posiblemente no abarque ni la mínima parte del tema por lo cual se sugiere que se busque un estudio más extenso y más profundo.

Ixim Ulew

Tierra del maíz –Guatemala

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